lunes, 13 de marzo de 2017

Mañana

- MiniN, por favor, recoge los LEGO si has acabado de jugar.

- No mama, mañana. 

Mañana. Como cuando mama le dice que hoy ya no hay tiempo de leer más libros, que seguimos mañana. Como cuando hoy no tenemos kiwis, pero mañana compramos.

Qué rápido aprenden los peques, sin que los mayores nos demos cuenta.

A estas alturas ya no es un secreto que mi hija me enamora. Pero es que cada día un poco más. Ahora le da por cantar, y me derrito y me meo de la risa a la vez. "Estrellita dónde estás" es un clásico. Obviamente no conoce toda la letra entera, pero casi (lo cual me parece increíble). A veces en lugar de estrellita canta "Papa, papa, dónde estás", para deleite de su padre.

La otra noche estaba ella cocinando (¡desde que le compramos la cocina de juguete ya casi no ve la tele!) e iba susurrando "la vaca lola, la vaca lola... tiene cabesa y tiene cola...". ¿Cómo hemos pasado de que sólo cantara el Iaaa Iaaa Ooooh de la granja de mi tío, a que cante versos enteros? NO LO SÉ.

Ayer pasamos un buen rato jugando debajo del edredón en mi cama y me tenía tan encandilada que le dije de repente "Te quiero, miniN". A lo que miniN respondió cantando sin parar "Te quieeeroo mamaaaa, te quieeeroooo mamaaa". Sin parar. Con melodías y entonaciones varias. Si no lo dijo doce veces no lo dijo ninguna. Y sí, soy consciente de que no sabe lo que significa, pero sabe que me hace feliz y que cada noche se lo digo. Hace unos días la tenía en brazos y me contestó susurrando muy bajito y medio adormilada "te quiero mama" y se me saltaron las lágrimas. El día que me lo diga de corazón me va a dar un ataque. Aunque sinceramente me lo hace saber de mil maneras, todos los días.

Me da mucha pena que mi castellano se esté deteriorando tanto, porque realmente siento que no encuentro palabras para describir cómo es nuestro día a día. Es mágico. Es indescriptible. Es alucinante como una niña de veintidós meses puede tener tantísima personalidad. Tanto carácter.  Es increíble pensar que esa personita es mitad yo y mitad papuchi, y a la vez única e irrepetible. ¿Cómo nos ha salido tan bien? ¿Cómo lo estamos haciendo tan bien (aparentemente)? ¿Es esto la calma que precede a la tormenta que son los terribles-dos-años?


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