viernes, 22 de julio de 2016

Verano

Casi casi un mes desde mi última entrada, ¡no tengo perdón!

Es difícil encontrar tiempo, y es difícil encontrar palabras. Porque escribir otra vez para decir que la peque me tiene enamorada, embelesada, fascinada, maravillada, encantada, enloquecida, sería lo que en inglés se llama old news. Vamos, que eso ya lo sabe todo el mundo.

Hoy es mi último día de trabajo antes de las vacaciones. Dos semanas que vamos a pasar el pequeño troll y yo solas mientras papuchi trabaja. Tengo muchas ganas y a la vez un poco de miedo. A ver qué hacemos tantas horas, tantos días. Pero sobretodo tengo ganas, sí. 

El hecho de que camine hace las cosas más fáciles y más complicadas. Fáciles porque es más autónoma, complicadas porque... bueno, porque camina. Y tiene mucha personalidad y voluntad y sabe muy bien lo que quiere - que normalmente no es lo mismo que a mamuchi le gustaría. Aún así, toda cabezonería queda perdonada en el momento en que me mira desde el otro lado de la habitación y corre hacia mis brazos - aunque luego frene a un metro de mí y se eche a correr en sentido contrario.

El ¡qué te pillo! es un hit. La persigo y ella corre delante de mí y de repente se queda quieta, para que la pille. Achuchones, besitos y risas, muchas risas aseguradas. 

Me encanta. Las imitaciones, los aspavientos con las manos y la cabeza cuando ve una mosca (que por desgracia son aprendidos de mamuchi), la mano al aire y el "oh oh ohh" cuando suena Single Ladies, los larguísimos "waaaaauuuuhh" (eco de los míos), las palmaditas que se da ella sola cuando hace algo bien, su sonrisa inmensa cuando llego a casa, sus canciones (más bien tarareos), el brillo constante en sus ojos, sus abrazos... todo lo que hace me enamora. 

A veces, abre los cajones y empieza a sacar cosas. Cuando encuentro el circo, se me escapa un "Aaayyy, Naaiaaa"... e immediatamente se oye un eco lejano en una vocecilla aguda "aaaaayyy Naaaiaaaa". Me meo de risa y me derrito por dentro, todo a la vez.
"aaaaayyy Naaaiaaaa", "aaaaayyy Naaaiaaaa", "aaaaayyy Naaaiaaaa", repite unas cuantas veces más. 




¿Veis? Al final siempre acabo poniéndome tonta y escribiendo lo mismo. Si es que se me cae la baba con esta niña. 

De resto, pues en casa seguimos con los animales, y seguimos usando los nombres daneses. Yo insisto con el castellano, pero en su defensa tengo que decir que es mucho más fácil decir "hest" que "caballo", "flue" que "mosca", "hund" que "perro". Y así podría seguir, porque los nombres de animales son muchísimo más fáciles en danés, o al menos más cortos. Pero no nos rendiremos. 

Y hasta aquí hoy, que en realidad debería estar trabajando (dejándolo todo listo para marcharme dos semanas). Pero es que me pongo a pensar y sé que no encontraré tiempo para escribir en otro momento, ya casi no me siento delante del ordenador. A ver si para la próxima me inspiro un poco más.