lunes, 28 de septiembre de 2015

Bebé unicornio

Hace muchísimo que no escribo, y es que hemos estado ocupadas visitando a mi familia y amigos. Obviamente, no ha habido tiempo de sentarse al ordenador (y es buena señal).

En resumen: mi niña es un cielo, un encanto, un ángel caído del cielo... un bebé unicornio - de esos que si cuentas las cosas parecen fantasía pero no lo son. 

En el avión no había niña. Bueno, en el vuelo de ida sí, pues iba encandilando a los pasajeros de las filas posteriores con su sonrisa. Ahí tuvimos suerte además, y disfrutamos de un asiento entre el de papuchi y el mío, donde la pusimos a dormir un rato. 
El vuelo de vuelta iba lleno, y el pequeño troll fue todo el camino sentadita en mi regazo. Y ahí se quedó dormida durante un buen rato (y mamuchi bien incómoda durante horas para intentar ser un colchón decente). Durante el aterrizaje había dos o tres bebés llorando. Uno sobretodo gritaba desesperadamente, y a mí se me partía el corazón. Muy probablemente estaba sufriendo mucho por los cambios de presión en los oídos y nadie podía hacer nada. Pero mi niña fue una santa. Ni una queja ni un grito ni un suspiro. Una campeona. 

Tanto en el despegue como en el aterrizaje intentamos darle un biberón, porque el ir tragando ayuda a igualar la presión en los oídos y que no se les taponen. Quizás fue eso. Yo la notaba super relajada, sentada en mi regazo, medio recostada sobre mí. Ni agarrarme los dedos, ni agitarse, ni decir ni mú. Y eso que a la vuelta llevábamos una hora y cuarto de autobús, más dos de aeropuerto, más dos y media de vuelo. 

Echando la vista atrás, de hecho, no nos podemos quejar en absoluto. Siempre ha llorado o bien por hambre o bien por sueño. También por dolor, sobretodo gases. Pero nunca ha sido quejica ni llorona. Con los extraños se porta super bien y en general (y con más o menos esfuerzo por nuestra parte) duerme casi en cualquier parte. Ahora lleva días con una irritación bastante fea en los genitales (yo culpo a unas toallitas con aloe vera que usamos durante las vacaciones) y si no fuera porque es obvia al cambiarle el pañal, ni lo sabríamos. 

En nada va a hacer 5 meses y la veo enorme. Ya se aguanta sola sentada (aunque si no estamos ahí sentados con ella, aún ponemos cojines alrededor) y todo el tiempo quiere estar o sentada o de pie. Habla y habla y ríe y hace pedorretas. En la bañera disfruta sentada. Va aceptando más las papillas de cereales (hay que decir que la marca que probamos durante el viaje huele a natillas y me la comería hasta yo). En la última siesta le he dado el chupete y la mantita y se ha dormido sola. Ya lleva ropa de talla 9 a 12 meses (y la de 12 meses de alguna que otra marca también). Tantos cambios en tan poco tiempo...

Y a mí en nada me toca volver a trabajar y me va a dar un síncope. ¿Cómo ha pasado todo tan rápido? ¿Dónde está mi bebé, al que podía achuchar y acurrucarme en el pecho? 

jueves, 3 de septiembre de 2015

Septiembre

¡Otro mes que ha llegado volando! La peque hace 4 meses el sábado y estas últimas semanas han pasado mil cosas.

Lo más importante, ¡el pequeño troll conoció a su abuela! Mi mami demostró fuerza sobrehumana al enfrentarse a su ansiedad a volar y coger un avión solita hasta estas latitudes. La peque la recibió super bien, la verdad es que no me lo esperaba. ¡Qué manera de reír! Yo estoy bastante convencida de que reconoció su voz, de todas las veces que la ha oído por Skype. 

Y nada, 4 noches estuvo por aquí en casa. Estuvimos haciendo un poco de turismo cada día, teniendo en cuenta que la peque aún no tiene muchísimo aguante. 

El lunes volamos nosotros para allá, a pasar un par de semanas. A ver qué tal se comporta el troll cuando estemos enlatados en el avión.

Además, hemos empezado a intentar darle cereales. El primer día pareció recibirlos bien, pero luego mamuchi cometió el error de añadir pera al mejunje y ahora no hay quien se coma el cereal solo. El pasado lunes estuvimos con la enfermera y nos comentó que mejor esperar con la fruta, porque esta tan rica que luego cuesta que acepten otra cosa. ¡Pues anda que la peque no ha probado cosas ya! Pera, manzana, fresa, melón, tomate, guisantes... Compramos hace unos días un invento que me parece maravilloso.

Imágenes de archivo del invento del siglo
En inglés lo llaman feeder y la verdad no encuentro traducción para el cachivache. Se mete un pedacito de lo que sea en el bolsillo de silicona, y el niño puede morderlo o chuparlo cual chupete, y el jugo sale por los agujeritos. Imposible atragantarse con trocitos de esta manera.

En fin, que tendremos que seguir intentándolo con el cereal a secas. Y con un poquito de agua para ir bajándolo.

En cualquier caso, la fórmula sigue siendo la base de su alimentación. El pecho ya no lo coge desde hace días (o semanas) y en consecuencia a mamuchi tampoco le queda mucha leche. También tengo que reconocer que ya me he cansado del sacaleches, las semillas, el té y toda la parafernalia. El tiempo dedicado a sacarme los pocos mililitros de leche que produzco prefiero invertirlo en otras cosas, sobretodo ahora que voy a ver a la familia. Y cuando vuelva a trabajar ya ni imaginarlo. Así que nada, biberones y poco a poco papillas.

De resto, el troll es menos bebé cada día. Tiene más control en las manos y en las piernas. De hecho se ha caído del sofá un par de veces, empujándose con las piernas y haciendo una voltereta en el aire antes de caer de cara al suelo. ¡Menudo susto! El nuestro y el suyo. Pusimos hielo en la frente y no ha salido chichón ninguna de las dos veces, pero ahora siempre hay un cojín en el suelo delante del sofá. No se puede fiar una, estas cosas pasan súper rápido. Apartas la vista un segundo, y está ya en el suelo. 

Otra novedad es la televisión. Le fascina. Intentamos no tenerla encendida, y a veces la mira y se queja. La enciendes y se emociona y ríe. Da igual lo que pongamos, dibujos o series. Hawaii 5.0 le entusiasma (aunque con Alex O'Loughlin en pantalla no se la puede culpar). Otra cosa de la que tenemos que hablar con la enfermera - aunque el resto de madres de mi grupo dicen que sus bebés hacen lo mismo. 

Ahora mismo la tengo aquí en el sofá durmiendo y a ratitos se medio-despierta y mira a la tele un par de minutos y luego se vuelve a dormir. Con su chupete (¿había dicho ya que acepta el chupete para dormir?) y su mantita.
Una mantita de estas, es la que abraza la peque para dormir
Y poco más. Ahora de vacaciones y a disfrutar las pocas semanas antes de volver al trabajo.
¡Escribiré al volver! ¡Aloha!