viernes, 31 de julio de 2015

En una nube

Estos días estoy mega enamorada de la peque. Nos tiramos en la cama a hablar y reir y jugar o me la pongo al hombro y bailamos o, debo admitir, la siento a mi lado a ver un poquito la tele.

Supongo que el hecho de que ya va haciendo más y más cosas e interacciona más con nosotros hace que disfrute más pasar tiempo con ella. Por ejemplo, hace dos o tres días que se llevó un juguete a la boca por primera vez. Su amado león. Cuando se lo enseño y lo hago sonar, sonríe y a veces lo agarra y se lo acerca a la boca para seguir inspeccionándolo.

Este es el primer juguete/sonajero
al que ha reaccionado.
También se lleva las manos a la boca constantemente, lo cual no es ideal, porque hasta el momento eso mismo era un signo de que tenía hambre y ahora ya no sé si es así. Además también saliva muchísimo y hay que secarle las babas casi constantemente. A esto último más vale que nos vayamos acostumbrando porque cuando los dientes empiecen a salir será un no parar.

(qué poco inspirada estoy hoy para escribir, me está costando mucho)

Este es el gimnasio de actividades
que nos regalaron
El martes pasado nos llevamos una gran sorpresa. Dejé al troll en su gimnasio y a papuchi con instrucciones de vigilarla y me fui al baño (porque sí, hace falta cierta organización hasta para ir a hacer pis). Cuando volví, la niña se había movido.
Le pregunté a papuchi si había sido él y pensó que estaba bromeando. Por primera vez, y sin que nadie la viera, la peque se habia desplazado ella solita.

Para que os hagáis una idea, si pensamos en el gimnasio como un reloj, yo la dejé a lo que serían las seis (cabeza a las doce, pies a las seis) y cuando volví estaba a las dos menos veinte (cabeza a las dos, pies a las ocho).
O se movió sola, o tenemos un Poltergeist en casa. Yo creo que es lo primero, pues últimamente está usando mucho las piernas e intenta empujarse hacia atrás con ellas. También hace intentos de darse la vuelta para ponerse panza abajo - lo cual sería ideal pues al llegar a esa postura de manera natural, alomejor empieza a odiar menos el tummy time.

Poco a poco también empieza a ganar control sobre la cabeza, cuando está en vertical, i.e. cuando alguien la tiene en brazos. Solo dura unos segundos y luego empieza a balancearse de nuevo, pero ¡algo es algo! En parte es culpa nuestra porque no la forzamos a estar boca abajo, pero ¿hasta qué punto tenemos que obligar a los peques a hacer algo que no quieren, sólo para que aprendan más rápido a hacer cosas que llegarán más tarde de manera natural?

Y con esa pregunta cierro la entrada de hoy, porque si empiezo a desarrollar el tema no paro (y porque el troll se acaba de despertar).


sábado, 25 de julio de 2015

Un bebé con carácter

Poquito a poco de camino a las 12 semanas y casi a los tres meses. ¡Qué locura!

El sábado pasado fuimos de boda con la peque. Teniendo en cuenta que eran dos horas de viaje en coche hasta el pueblo en cuestión, estamos muy agradecidos por cómo fue el día en general. La ceremonia fue corta y por lo civil, y el banquete fue en un hotel a unos 15 minutos del ayuntamiento. Éramos unos 35-40 invitados y todo fue íntimo y divertido. 


Por supuesto hubo un par de momentos de llantos y gritos - cuando mamuchi y papuchi no eran suficientemente rápidos preparando un biberón - pero fueron totalmente anecdóticos. ¡Ojalá la boda del sábado que viene vaya igual de bien!

Y ya puestos a pedir, ojalá la gente deje de preguntarme si no le doy el pecho al bebé. Yo sigo alucinando de como personas totalmente extrañas me preguntan semejantes cosas tan personales. ¡Qué le importará a la gente! ¿Por qué puñetas hay personas que se creen con derecho a opinar en estos asuntos? Es que aunque estuviera exclusivamente amamantando, si me fuera de boda me llevaría leche en un tarro y se la daría en biberón para no tener que sacarme la teta descubrirme el pecho en medio de la ceremonia. En fín, que cualquier día le doy un mordisco al siguiente que me pregunte.

Volviendo a temas más amenos. El pequeño troll está empezando a dejar de ser recién nacida. Como que le va saliendo más personalidad (y tiene un par de ovarios a veces). De repente no quiere tomar el biberón sentada, y la tienes que reclinar. Y luego no quiere que la acunes en tus brazos y la tiene que tener sentada en el regazo (mirando hacia afuera, para poder ver qué pasa alrededor). Esto último es bastante engorroso porque aún no puede aguantar la cabeza sola y hay que vigilar que no tenga el cuello muy para acá o muy para allá. 

Usa las manos más y más cada día y agarra el biberón y lo quiere manejar - lo cual es gracioso porque no tiene control de la motricidad fina y a menudo lo empuja fuera de la boca cuando lo que quiere es acercarlo. Que intente agarrar el pezón no es ni la mitad de divertido, sobretodo cuando las uñas no están suficientemente cortas... 
También empieza a tocar y agarrar muñecos cuando se le presentan y se engancha a ropas y cabellos disponibles. 

Tiene unas piernas muy fuertes (una más rechonchita que la otra) y si tiene una superficie cerca (una pared, un cojín...) camina y salta y corre que se las pela. ¡El día que aprenda a andar no va a haber quien la pare! 

Cada día vocaliza también más y más. Intenta pedir cosas con sonidos en lugar de llorar siempre. Y se queja... ¡vaya si se queja! Es confuso porque hace los mismos sonidos cuando estás jugando con ella, así que hay que aprender a distinguir las sutilezas del tono y el lenguaje. Pero ahí vamos, mejorando a diario (o eso quiero pensar). 

De lunes a jueves hemos estado pasando el día en un camping al sur de la ciudad, con la familia de papuchi. El jueves la peque tuvo suficiente y lo demostró hasta el punto de que me la llevé a casa y allí nos quedamos todo el día. Ella tenía un día malo (dolor de barriga y demás), pero es que mamuchi tampoco estaba muy fina... con lo que me pareció perfecto pasar el día solas en casa, aún con los problemas de gases. ¡Qué falta me hacía dormir esas horitas extra!
Y es que un camping y tanta gente son demasiados estímulos durante demasiado rato y demasiados días. Yo lo venía diciendo, pero entonces parece que no quieras estar con la familia política y quedas mal. Al final mamuchi tenía razón, como viene siendo normal.  

martes, 14 de julio de 2015

10 semanas

Me pasan los días volando y se me olvida escribir.

Y es que hemos estado ocupadas aquí en casa, intentando superar otro bache en la lactancia. De un día para otro el pequeño troll decidió que ya no quería más teta, y a mí se me partió el corazón. Como buena investigadora, mamuchi se puso a buscar posibles causas y soluciones y acabó como siempre en los benditos foros de Reddit, pidiendo opinión a otras madres en situaciones similares.

Entre unas cosas y otras, la peque vuelve a coger el pecho de vez en cuando (sobretodo de madrugada y por la mañana temprano, cuando aún está medio dormida). Y durante el día, mamuchi está a tope con el sacaleches, para mantener la producción al máximo y poder seguir con la lactancia tanto como pueda.

Aquí la susodicha
protegiendo su comida
Qué envidia me dan esas mamás que alimentan a sus retoños con tanta facilidad. Y qué poco entiendo a aquellas que deciden desde el principio que ellas no van a dar el pecho en absoluto.
Comprendo que habrá quien tenga el problema X y no pueda hacerlo, o quien lo pruebe y descubra que no es lo suyo, pero ¿ni siquiera probar?
Será que a mí me cuesta tanto que valoro mucho cada momento, pero de verdad que pienso que toda madre debería como mínimo intentarlo. Es tan íntimo, tan único, tan irrepetible (supongo que esto último es porque no lo hago tan a menudo como otras más afortunadas) y tan increíblemente mágico. El producir alimento para tu bebé, y ver a la peque crecer gracias a ti, seguir formándola después de nacer... Además de la comodidad de tener el alimento contigo 24/7 y no tener que pensar en hervir agua y esterilizar biberones o tener que cargar toda la parafernalia al ir a algún sitio.

Pero bueno, sus motivos tendrá cada una. Mientras luego nadie se arrepienta de no haberlo intentado...

A pesar de los problemas de lactancia (o precisamente porque nos vemos obligados a suplementar con fórmula), ella está creciendo a un ritmo apoteósico. 62 cm ya. Lleva la ropa de 3 meses y empieza a llevar la de 3 a 6. Que alguien la pare, porque yo ya casi no puedo con ella.

Y eso es lo importante, ¿verdad? que sea como sea, coma bien y crezca. Yo soy tan pro-lactancia como la que más, pero si la opción es suplementar o que ella pase hambre, obviamente se suplementa.

No se me ocurre nada así conclusivo/reflexivo/profundo ahora mismo para acabar el post, así que lo dejo así y listos. Sorry!

lunes, 6 de julio de 2015

Con el bebé a cuestas

Ayer la peque cumplió dos meses y para celebrarlo decidió, por primera vez, alargar el brazo para agarrar un juguete ella solita.


Puede parecer poca cosa, pero es un gran hito. Según un video que he estado viendo sobre el desarrollo normal de un bebé de dos meses (cosas que hace una), esto no empieza a pasar hasta los tres meses o los tres y medio. Lo mismo pasa con el llevar ambas piernas a la vez hacia el abdómen, cosa que el troll hace de vez en cuando desde hace días.

Antes de que echéis las campanas al vuelo y penséis que tengo una bebé superdotada, pensad que cada bebé es un mundo y que en el arte de aguantar su propia cabeza, mi pequeño troll está por detrás de la media. Aunque pensándolo mejor, ¿no será eso una señal de que su cabeza pesa más de lo normal porque mi hija es súper lista? (por favor, notad el tono satírico/bromístico). 

Pero bueno, tiempo al tiempo. Seguiremos intentando que haga tummy time, aunque lo odie.
¡Con las ganas que tenemos de que sujete la cabeza ella solita! 


Ergobaby Original
En otro orden de cosas, hoy por fín me he decidido a comprar otro baby carrier (el diccionario traduce el término como "cargador de bebé", pero a mí eso me suena a que tengo a la niña enchufada a la corriente). No se si lo mencioné antes, pero compramos un Ergobaby hace un mes o así. Lo probamos con el accesorio para bebés y aunque la peque se durmió y todo, a mí no me acabó de convencer teniendo en cuenta su tamaño. 
Me explico: Porque el Ergobaby es tipo mochila y tiene una estructura algo más rígida que otros carriers, es genial para bebés que ya tienen más control del cuello y la cabeza pero quizás no para mi troll.

La siguiente ilustración muestra la posición correcta en que los bebés tienen que ser transportados el primer año:

Total, que leyendo y leyendo decidí hacerme con otro tipo de artilugio más flexible y adaptable. He probado un Mei Tai y es genial pero demasiado parecido al Ergobaby que ya tenemos. Si no tuviera nada, probablemente habría comprado uno. Muy versátil, a medio camino entre los carriers más flexibles y los más estructurados.
He tenido la opción de probar un Moby wrap, pero sólo de pensar en la cantidad de nudos y vueltas que hay que darle se me han quitado las ganas. Después de mucho investigar, he acabado con un Caboo por varias razones:


1. Es fácil de poner. Muchas de las alternativas suponen un manual de instrucciones con una docena de pasos y nudos que hay que ir haciendo para, literalmente, liarte/atarte el bebé al torso. 
2. Ha sido relativamente barato.
3. La tela es algo más fina que otros que hemos visto (lo cual va bien para el verano y lo hace más fácil de transportar). 
4. Porque una de las mamás internacionales tiene una tienda de cosas de bebé y lo vende y esta mañana he ido a su casa a probarlo y me ha acabado liando. 

A ver si cuando baje un poco el sol salgo a probarlo y os cuento qué tal.


jueves, 2 de julio de 2015

No es de color de rosa

He estado dándole vueltas a algo que dijo una de las mamás de mi grupo ayer. Nada más empezar, cuando apenas nos habíamos presentado, se lanzó: "Yo necesito empezar diciendo que la maternidad no es de color de rosa como la pintan".

Esta chica en cuestión ha pasado la treintena y ha tenido el bebé a través de un donante, ella sola. Siempre había oído - de amigas y parientes - lo maravilloso que es ser madre, y por ahora se siente desbordada y algo estafada con la experiencia.

Las personas tenemos que aprender a explicarnos mejor. Para muestra un botón:

"El parto puede ser horrible, pero al tiempo se te olvida". Se te olvide o no, ese momento (quien dice momento dice 22 horas) no te lo quita nadie. Una no vive en el futuro y durante las contracciones no va a estar pensando "uf, no pasa nada, se me va a olvidar en unos mesecitos". Una vive en el presente y va a estar cagándose acordándose de todo su árbol genealógico.

Y es que los peros niegan o al menos restan importancia a todo lo que les precede. En el caso en cuestión:

"La maternidad es dura, pero compensa". Así uno se centra inconscientemente en el "compensa" y no en lo inmediatamente más importante (porque sí, luego compensará, pero al principio la esperanza de ese futuro no ayuda).
No, señoras y señores... la próxima vez digamos: "La maternidad es dura. [PAUSA]. Ánimo, con el tiempo uno se da cuenta de que compensa".
De esta manera, las personas pueden intentar hacerse una idea de lo que se les viene encima, que no es poco. Y digo hacerse una idea, porque hasta que uno no está en medio del meollo, no sabe lo que es.

En nuestro caso las primeras semanas fueron una mierda muy difíciles. Entre que no entiendes el por qué de los llantos, que no duermes demasiado, que no sabes bien cómo coger al bebé, que no tienes tiempo ni de ducharte... y todo eso sumado a todas las emociones que acompañan, la preocupación, el estrés, el miedo, la inseguridad... no es tarea fácil. Y nosotros éramos dos. Pienso en tener que hacerlo sola y se me pone la piel de gallina, no me lo quiero ni imaginar.
Además de que nuestro pequeño troll es una niña relativamente fácil, porque sino... si empezamos a sumar cólicos o bebés velcro (de esos que necesitan estar pegados a alguien constantemente)... me canso sólo de pensarlo.

Y en esos momentos, supongo que habrá quien se centre en la esperanza futura de que acaba compensando. Y habrá a quien le ayude. Yo me decía a mí misma que Si llora es porque necesita algo. Es su única manera de comunicarse. No lo hace para molestar o porque sí, lo hace porque no tiene otra manera de conseguir lo que necesita. Por supuesto también pensé que con el tiempo mejoraría, que yo la conocería y entendería mejor y que podría anticipar sus necesidades (lo cual he empezado a hacer), pero el "compensa" no me suele pasar por la cabeza. A mí es que la palabra compensar no me gusta. Es como que lo estás poniendo todo en una balanza y cogiendo cada cosita buena y cada cosita mala y llevando la cuenta.

Casi dos meses después del parto, las cosas han mejorado mucho. Por supuesto que aún llora, pero mucho menos - porque la entendemos mejor. También estamos empezando a entrever un inicio de rutina que nos permite organizarnos y hacer algo de vida. Además, por fín ha llegado el verano y eso siempre hace que todo sea más maravilloso. Pero yo creo que lo mejor de todo es que ya sonríe con premeditación. No únicamente cuando se está quedando dormida o cuando se tira un pedo.

Y creedme cuando os digo que el momento en que tu peque te mira a los ojos y se rie, cuando haces un ruidito y te contesta (y luego se ríe)... ese momento es mágico.

miércoles, 1 de julio de 2015

Terapia de grupo

Hoy ha sido la primera reunión del Mødregruppe, ese grupo de madres recientes y vecinas, y han venido a casa.

Humildemente he hecho sitio para todas las mujeres y sus bebés en sus respectivas cestas y la verdad es que ha ido bastante bien. Yo personalmente he hablado poco y mal (aún me cuesta bastante expresarme en el idioma local, sobretodo en temas tan personales) pero he escuchado atentamente. En el grupo hay un poco de todo y eso que sólo somos seis: madres solteras, niños sorpresa, un par de gemelos, madres que dan el pecho, madres que han dado fórmula desde el día 1, madres que tuvieron un parto facilísimo y otras que acabaron con cesaria. Una fantástica variedad que aporta una diversidad de experiencias de mucho valor. Ha habido lágrimas y risas, ha habido preguntas y comentarios y todo el mundo se ha sentido suficientemente cómodo para abrirse y desahogarse.

No se puede pedir más.


La semana que viene volvemos a vernos, esta vez en casa de otra de las chicas (con gemelos y el marido ya trabajando... increíble). A mí una vez por semana me parece un poco demasiado, pero principalmente porque me cuesta el idioma. En realidad, es buena práctica así que tampoco me voy a quejar.

Seguiremos informando.