lunes, 24 de agosto de 2015

Probando cositas nuevas

Ya hace unos cuantos días que la peque probó fruta por primera vez. Fue un pedazo de nectarina.

Hoy le he dado a probar otra vez, y se ha agarrado a la nectarina con voracidad como si no hubiera mañana. Tanto se ha emocionado que se ha soltado un poco de pulpa y se la ha tragado. Por un momento pensé que se me ahogaba la niña!!! Pero no.

Qué ganas de que nos llegue el pedido que hice el otro día... ya haré una reseña en unos días.

En otro orden de cosas, la peque empieza a hacer siestas decentes otra vez. Además, ya no necesita dormir encima mío (lo cual sospecho debería hacerme más feliz), con el chupete y su animalito (y de momento también algo de compañía humana) más o menos se va quedando dormida. Por un lado es un descanso y por otro es muy triste.
Ya hace días que no quiere ponerse al pecho, y ahora ya tampoco duerme sobre mí... aún no ha hecho cuatro meses y ya es una despegada. Que alguien me devuelva al bebé que se quedaba dormido en mis brazos :(

viernes, 21 de agosto de 2015

Vacunada

El miércoles le pusieron las primeras vacunas al troll. Un cocktail contra difteria, tétanus, polio, Hib y tos ferina en un muslo, y pneumococco en el otro.

Así quedó la pequeña
después de la visita con la enfermera



El resto de la tarde estuvo bien, algo más calmada de lo normal pero contenta. Estuve en mi reunión de mamis y no hubo ningún percance. La noche ya fue otra historia. Empecé a notarla un poco caliente sobre las 7 o así, pero no se quejaba así que no le dimos demasiada importancia. Un par de horas después, empezó a llorar y le tomamos la temperatura: 39.2

La única manera de calmarla fue tumbándola en el cambiador (el cambio de pañal suele ser una experiencia muy positiva) y poniéndole toallas frías en la frente. Así pasamos un ratito y le fue bajando la temperatura. La desvestimos y con paciencia la puse a dormir.

Mis intentos de taparla con una sábana fina fueron en vano, pues últimamente todo lo que le cubre las piernas acaba arrugado a los pies de la cuna al instante. Se le da muy bien eso de destaparse. El resto de la noche pasó con normalidad y no ha vuelto a tener fiebre. Prueba superada.

Hoy hemos ido a visitar a Tina, la señora que se hará cargo del muffin cuando papuchi y yo volvamos al trabajo. Tiene un jardín con columpios y una caja de arena y un juguetes varios en casa. Tiene también un cochecito. Lo único que tenemos que llevar nosotros son pañales, biberones (la fórmula la compra ella) y ropa de recambio. Chupetes no usa, y tampoco tiene ningún juguete o mantita inseparable. Hemos conocido también a la pedagoga que lleva todo el tema de dagpleje en la zona y nos han estado explicando qué hacen y cómo se organizan.

La peque estaba muy cansada cuando llegamos y aún así ha estado sonriendo a las dos señoras extrañas, con lo cual tengo la esperanza de que la transición no será demasiado difícil. De hecho, estoy bastante segura de que será más difícil para mí que para ella. De todas maneras, se hace de manera muy gradual. Empezaremos a mediados de octubre y supongo que hacia finales ya hará jornada normal - más o menos de 7.30 a 16.

Me acabo de dar cuenta de cuantísimas horas va a pasar allí en comparación con las que va a pasar conmigo. Me voy a un rincón a llorar un rato.

martes, 18 de agosto de 2015

Buscando su voz

El pequeño troll está experimentando con sus cuerdas vocales y nos tiene locos. Hasta ahora todo eran sonidos agradables, pero estos dos últimos días ha empezado con unos gritos rarísimos, cual diablo de Tasmania.

No sólo experimenta con el tono y la frecuencia, sino también con el volumen. Una locura. Crucemos los dedos para que dure poco...

Ayer hablamos con la responsable de guarderías de nuestra zona y nos dió la dirección del sitio donde le han ofrecido una plaza a la peque.
La señora en cuestión cuida de dos niños ya, de más de un año, y al ser nuestro troll tan pequeña ella sería la tercera y última criatura que aceptaría. Es decir, que aunque en general siempre hay 4 niños, en este caso sólo habría 3, para poder prestar más atención a nuestra peque. Me parece genial, la verdad. El viernes vamos a ir a conocerla y después aceptaremos la oferta (muy mal tendría que ir la cosa para que rechazaramos la plaza).


Mañana nos toca la primera vacuna, así que ya veremos cómo va la cosa. Seguiremos informando.

sábado, 15 de agosto de 2015

Solas en casa 2

Seis horas y media desde que papuchi se marchó esta mañana. Al menos seis horas más hasta que vuelva.

Por fín he podido poner a la peque a dormir en el sofá, después de más de una hora durmiendo encima de mí.

Últimamente le cuesta mucho dormir de día. Hace una power nap de quince o veiente minutos y vuelve a estar despierta y avispada, pero a la larga la falta de sueño pasa factura y acabamos cruzando la línea de cansada a demasiado cansada. La única manera en que duerme es conmigo. En mi regazo apoyada en un cojín o boca arriba encima de mí. Y cuando intento moverla al sofá se despierta llorando.

Cruzad los dedos para que sólo sea una fase.

En otro orden de cosas, ayer nos dieron plaza para octubre en lo que aquí llaman dagpleje. Aún no sabemos el sitio concreto (llamaremos el lunes) pero es bueno saber que cuando los dos volvamos al trabajo, la podremos dejar en algún sitio.

Dagpleje es normalmente una señora que tiene hasta 4 niños (de 0 a 3 años) a su cargo durante el día. Estas personas no tienen por qué tener estudios específicos, pero sí pasan una certificación por parte del gobierno para poder hacer lo que hacen (reciben también financiación estatal, con lo cual es un pelín más económico que una guardería).

Nos decidimos por este tipo de solución principalmente porque el pequeño troll solo tendrá 5 meses y pico cuando tanto mamuchi como papuchi tengan que volver al trabajo. Una persona para 4 niños es mejor que 4 personas para 15. Además en las guarderías hay tantos niños (diferentes clases y a menudo en instituciones integradas también niños más mayores, de hasta 6 años) que suponemos que se pondría enferma mucho más a menudo.

A la práctica, a veces estas personas que llevan dagpleje en la misma zona se juntan de vez en cuando, con lo cual la peque probablemente estará en contacto con más pequeñines, pero nunca tanto ni tan a menudo como en una guardería.

De todas maneras, hay bastante probabilidad de que nos mudemos en unos meses y en ese caso habría que buscar otra opción en otra parte.

Me rompe bastante el corazón pensar que mi niña va a pasar tantas horas con otra persona, casi más horas que conmigo, pero no hay alternativa. Así son las cosas a este lado del mundo.

viernes, 14 de agosto de 2015

El juguete perfecto

Normalmente no suelo hacer publicidad de marcas o productos en concreto, pero hoy he decidido hacer una excepción. Este juguete en cuestión me tiene enamorada.




El nombre oficial es Freddy the firefly (Freddy la luciérnaga), pero yo no le veo el parecido a una luciérnaga por ninguna parte, así que la hemos rebautizado como Lula la libélula. Es de la marca Lamaze (que ya he mencionado antes) y tiene de todo.

1. Gancho para colgar: esto unas veces me molesta un poco, pero otras es muy conveniente para llevarlo en el cochechito, en la sillita del coche o simplemente colgarlo del lateral de la cuna.

2. Cascabel en la cabeza. No hace falta añadir más.

3. Patrones con contraste en el dorso. Los bebés adoran los contrastes blanco/negro. Además al estrujarlas, crepitan.


 4. Multitud de texturas y colores brillantes. La bola azul además hace ruido al apretar (así tipo como los juguetes para perros).


5. Dos anillas en la cola que ahora mismo facilitan el manejo - recordemos que el pequeño troll aún tiene que mejorar su motricidad fina.

6. Espejo y mordedor.


Como había dicho, de todo. En general casi todos los juguetes de Lamaze me encantan, pero es que no se me ocurre qué se le podría añadir a éste que lo hiciera mejor.

En mi opinión, un absoluto must have para cualquier bebé de tres meses en adelante (la edad recomendada es de 0 a 24 meses, pero antes de los 3 no le van a hacer mucho caso).

miércoles, 12 de agosto de 2015

Diez verdades subjetivas

Hallelujah!

Ayer pusimos al pequeño troll boca abajo y elevó el torso por primera vez. ¡Por fín! Lo hizo varias veces y lo mantuvo arriba un poquito. Y antes de que se frustrara del todo, le dimos la vuelta.  Hoy hemos repetido, y ¡lo ha vuelto a hacer!

De resto, seguimos con las pedorretas y ahora añadimos power naps: media horita de siesta y está fresca como una rosa, preparadísima para varias horas más de actividad. Durante la noche, come cada 4 o 5 horas, que tampoco está mal. 

En estos tres meses he aprendido un montón de cosas y me gustaría dejar constancia de las 10 más importantes (o las 10 primeras que me vengan a la cabeza).

1. La lactancia es trabajo duro. Nadie te lo dice y todos te lo ponen como que es lo más simple del mundo y no es así. Intentar establecerla durante la estancia en el hospital es crucial, porque luego una sola en casa no sabe qué hacer.
Una vez establecida, para bebés exclusivamente amamantados, eso implica una sesión cada dos horas (y esta sesión puede ser de media hora a una hora al principio). En mi caso, desde el principio nos vimos obligados a combinar pecho y fórmula, y supongo que ha tenido sus cosas buenas y sus cosas malas (en mi opinión, más malas que buenas). 



2. Los bebés crecen megarápido. La mía especialmente, porque a 3 meses de edad ya lleva ropa de 6 y bien justita, pero en general todos. Ojo con gastarse una millonada en ropita de recién nacido, porque va a durar nada y menos. Los onesies o bodies de cuerpo entero, si se abren completamente de arriba a abajo mejor. Nuestra talla 62 ya era de esos que solo se abren en la entrepierna, y meter la cabeza por la abertura era a menudo muy trabajoso. 

3. Es imposible encajar a un bebé a tu rutina habitual. Son los papás y mamás los que tienen que adaptarse a la no-rutina del bebé. Eso es así, y punto. A menudo hay que dejar lo que sea que se está intentando hacer para estar con un bebé que quizás simplemente necesita companía. 

4. Las primeras semanas, comer con regularidad y ducharse con asiduidad son lujos. Dormir ininterrumpidamente es una utopía (y si alguien lo consigue, su bebé no está comiendo suficiente). 

5. Aunque al principio parezca imposible, una llega a conocer a su bebé y a saber qué es lo que le pasa. Eso no quiere decir que una siempre pueda solucionar el problema con facilidad, pero en general yo ahora ya se si tiene hambre, sueño o gases. 

6. La mayoría de las cosas que la publicidad insiste en vendernos, no nos hacen falta. El bebé no podrá sentarse por sí solo hasta los 5 o 6 meses (y ahí aún necesitará soporte lateral para no caerse), pero nosotros ya tenemos sillita desde el principio. Ocupando espacio para nada.
Los pañales más caros no son siempre los mejores. La loción para el culete no se usa en cada cambio de pañal, sólo cuando hay rojeces y en tan poquísima cantidad, que un bote nos va a durar para toda la infancia, creo yo (y compramos 3 porque estaban de oferta). 

7. Los juguetes serán prácticamente inservibles hasta los 3 meses. 

8. El enamoramiento absoluto paracon tu bebé, puede no pasar automáticamente después del nacimiento. Pero llega. Y sino, ojo con una posible depresión post-parto.

9. Cuando se está con el bebé, éste ocupará (o debería) toda tu atención. No se puede estar con la peque y estar viendo una peli o leyendo las notícias - no si se quiere que ese tiempo juntas sea de calidad. Usa el tiempo justo para hacer una foto de vez en cuando para colgar en Instagram. Aunque yo recomiendo echar un vistazo a las políticas de privacidad de las diferentes redes, antes de decidir qué compartir y cómo.

10. El instinto maternal es real. Papuchi a menudo dice pero es que tú sabes qué hacer y yo no. Y no es porque lo haya leído en un libro o me lo haya dicho nadie... simplemente a veces lo sé. Hay una cierta conexión que se va desarrollando con el tiempo y que hace que a veces mamuchi sea simplemente lo que la peque necesita. En parte es porque cada día conocemos al troll un poco mejor (ver punto 5) y en parte es porque a veces consigo escuchar a ese pedacito de mí que supongo vengo heredando desde tiempos inmemoriables.

jueves, 6 de agosto de 2015

Tick tack

Hoy ha tocado limpieza de armario. Dos bolsas de ropa que ya no le sirve. Sacar la talla 68 de las cajas donde estaba guardada.

La peque ya mide 65cm y pesa 7.2kg a 3 meses y un día de edad.

Esa es la largada media de un bebé de 5 meses y medio aquí.

El tiempo está pasando muy rápido y tengo la sensación de que se me escapa entre los dedos. Qué tristeza. Se está haciendo tan mayor tan deprisa, y mi familia (y amigos que son como familia) aún no la han visto.

Para colmo va mi madre y me dice que cuando menos me lo espere, estará ya en el cole.

Lloro.

Me voy a jugar un rato con el troll, vaya a ser que empiece la universidad mañana.

domingo, 2 de agosto de 2015

Como el rayo

Así de rápido evolucionan las cosas a veces.

Ayer fuimos de boda con la peque por segunda vez. Ella y Zacharias (un bebé un mes mayor que el troll) eran los únicos peques presentes y mi muffin se portó requetebien. ¡Cómo se llena una de orgullo en esos momentos! 
En la iglesia estuvo bien calladita, y durante la recepción y la cena estuvo a ratos despierta y a ratos dormida. Esto último es un lujo teniendo en cuenta la cantidad de ruido que había en la sala. El pobre Zach no pegó ojo, aunque sus padres (sentados a nuestro lado) se fueran turnando constantemente para intentar dormirlo o calmarlo. 

No fue del todo fácil, pero tampoco dramático. La verdad es que tenemos mucha suerte y nuestra niña es (por el momento) muy buena. Ahí está ahora, dormidita en el sofá. 

Y hablando con la mamá del otro peque, me contaba como hubo un par de semanas en que el chiquillo se desarrollaba a pasos agigantados. De un día para otro pasaban mil cosas.
Creo que nosotros estamos ahora en ese momento. Aquí los llaman tigerspring o salto de tigre, y el tercero suele pasar sobre las 12 semanas, i.e. ahora. El otro día hablaba de que se lleva cosas a la boca y cada vez lo hace más (también suele llevarse las manos a la boca, las dos a la vez con los puños cerrados). Reacciona a otros juguetes en general y está mucho más activa, expresiva y curiosa.

Pero lo que me tiene más feliz es, señoras y señores, la cabeza. Cada día se le da un poquito mejor (ojo, poquito a poquito) aguantar la cabeza, al menos en vertical. Si me la echo al hombro para eructar, sube la cabezita solita. Si la aguanto vertical, aguanta la cabeza erguida.
Aquí un Loki bobblehead
¡Al fín!

Para ser totalmente sincera, todavía es un poco bobblehead 
(como los monigotes esos que la gente a veces tiene en los salpicaderos del coche) pero ¡por lo menos va avanzando!

Papuchi y yo tenemos la esperanza de que en un mes más (para cuando viajamos) la peque ya tendrá mucho más control y será más fácil de manejar - como el pequeño Zacharías, que no necesita ningún tipo de asistencia y aguanta su cabeza bien erguida a todas horas. Sí, ya se que cada bebé es diferente y va a su ritmo, pero a girl can dream.

En otro orden de cosas, me he enamorado de los juguetes de Lamaze. Tanto, que estoy a la caza y captura de alguno que otro (es duro decidir pues hay muchos monísimos). Los diseños son geniales e incluyen cantidad de texturas, sonidos, materiales y colores brillantes.

¡Estimulando los sentidos a tope!