jueves, 30 de abril de 2015

+1

Ya estoy oficialmente pasada de cuentas. Es normal (sobretodo para primerizas) y estábamos bastante mentalizados, pero aún así es un poco asco.

Estoy demasiado cansada para aprovechar mi tiempo libre con papuchi y además siento que me estoy poniendo hasta enferma. Aunque eso puede ser señal de que se acerca el momento... o no.

Una de las veces que me levanté a hacer pis anoche, tuve lo que creo que fue una mini-contracción. Sumado al malestar en la parte baja de la espalda, estaba segura de que hoy se iba a poner interesante la cosa... pero tampoco.

Ayer tuvimos visita con el médico, que escaneó brevemente de nuevo y nos aseguró que todo está perfecto. Tan perfecto, que el pequeño troll se niega a salir. Aunque quien puede culparla... con el día que ha hecho hoy aquí, yo tampoco habría salido...

A ver si mañana. 


martes, 28 de abril de 2015

Tic tac, tic tac...

**Aviso** Este post ha sido escrito bajo la influencia de cantidades ingentes de hormonas y puede resultar deprimente para el lector inexperto.

Mañana es el día. El día en que el pequeño troll debería ver la luz del sol. Pero yo no creo que se deje ver aún.

Ayer estuvimos de nuevo con la comadrona, quien confirmó que todo está perfecto y que la peque pesa alrededor de unos 3.6kg. Hay gente a la que eso le parece demasiado (a mí la primera), pero por lo visto es sólo 100g por encima de la media.

Nos dijo lo típico, que sólo queda esperar. Y que disfrutemos estos últimos días en que papuchi y yo sólo somos dos, porque se acaban pero ya. No puedo empezar a describir la inmensa tristeza que de alguna manera me invadió en ese momento, pero eso daría para una nueva entrada de blog de por sí.

El lunes tenemos otra cita (a no ser que se decida a venir antes) y a los 12 días de retraso normalmente se decide inducir.

Yo personalmente estoy un poco más asqueada cada día. De la cama al sofá, del sofá a la silla, de vuelta al sofá y a la cama de nuevo es irónicamente agotador. Todo empieza a sentirse como un síntoma de que el parto está cerca, pero nada lo es. Y eso de que los movimientos del baby se reducen porque tiene menos espacio es mentira cochina.

Esta soy yo varias veces durante el día y la noche
Puedo asegurar que a ratitos, el baby se coloca en posición de salida. Y en esos ratitos (sobretodo durante la noche) tengo que hacer pis cada hora/hora y media. No recuerdo la última vez que dormí una noche entera del tirón, y no tengo ni idea de cuando tendré la oportunidad.

La gente me pregunta si no estoy nerviosa, o asustada por el parto. No. He pasado de ansiosa e impaciente a bastante harta. Por supuesto que tengo ganas e ilusión por ver a la peque, pero la espera... la espera es lo peor. Es duro ocuparte las horas del día cuando apenas te puedes mover sin la sensación de estar a punto de hacerte pis/pos encima. Netflix está bien, pero también cansa. Leer cansa. Relajarse y descansar, cansa.

Apuf! Sé que cuando lleguen las contracciones me voy a arrepentir y voy a desear volver a estos días, pero ahora mismo la situación roza lo insoportable.

viernes, 24 de abril de 2015

5 días

Aquí seguimos, sin cambios. Sin contracciones, sin sustos, sin nada. Status quo.

A todo esto, como tengo tiempo, le he estado dando vueltas a todo el tema del embarazo y mira que ya se me está olvidando toda la miseria. Es quedarte tres semanas en casa sin ir a trabajar, y empieza a parecer que no ha estado tan mal la cosa. Y supongo que es cierto, visto desde (casi) el otro lado del muro.

Así que me he decidido a hacer una lista de todas las cosas que pueden llegar a ser relativamente comunes y que yo no he tenido que padecer. Cosas que una lee cuando frecuenta foros para embarazadas.

1. No me he hecho pis encima. No, en serio. Eso pasa. Más comunmente después del parto, pero a algunas mamis también antes.

2. No he empezado a producir leche aún. Otras mamis tienen fugas desde semanas antes del parto, y deben empezar a llevar protectores aunque no haya bebé a la vista.

3. No he tenido problemas de azúcar ni de presión arterial. Aunque me sobraran unos cuantos kilos al empezar, mis análisis han sido siempre normales y no he tenido que pasar por la temida prueba de tolerancia a la glucosa.

4. No ha habido sustos del tipo Hoy no he notado al bebé, ¿estará todo bien?

5. No ha habido sangrados.

6. Sólo he vomitado 4 o 5 veces en todo el embarazo. 

7. No me han puesto en reposo - esto no es normal, pero cuando sucede y tienes que pasar semanas postrada en una cama... uff, sólo de pensarlo me dan escalofríos. 

8. El embarazo no ha afectado a mi relación con papuchi - en cualquier caso, la ha hecho aún más maravillosa. Este punto es especialmente triste, leer que mujeres en un estado tan vulnerable como es estar embarazada (física, pero sobretodo emocionalmente) pierden el apoyo de sus parejas y tienen que continuar solas o lo que es peor, soportando abusos verbales o indiferencia. 

9. La retención de líquidos no ha empezado a ser dolorosa hasta las últimas semanas. Y aún ahora unos cuantos ejercicios de pies y manos y mejora mucho. 

10. Según mi mamá también tengo que estar agradecida de que los cambios de pigmentación (manchas oscuras en la piel) han quedado reducidas a la zona del busto y no me han salido en la cara. Y todo el mundo sabe que las mamás siempre tienen razón.

11. No me he visto obligada a viajar en transporte público. Lo hice unas cuantas veces durante los primeros meses, pero os aseguro que luego no habría podido. El olor a gente... puaj! 

12. Han salido estrías, pero (de momento) no en una magnitud en que vayan a suponer un problema (de todas maneras ya tenía muchas estrías en los muslos para empezar).

13. Hemos tenido mucha suerte encontrando gangas de segunda mano (y regaladas) para el pequeño troll, así que tampoco hemos gastado una millonada. Cabe destacar que mi familia se volvió bastante loca comprando ropas y estamos bastante servidos durante el primer año. 

(y lo dejamos en 13, que es un buen número).

A todo esto, cabe destacar que tengo la tremenda suerte de que mi trabajo siempre me ha dado la flexibilidad necesaria para levantarme un día y decir Hoy me quedo en casa. No en plan reposo (que también si hace falta), pero en el sentido de poder trabajar desde casa si hace falta. Me ha ahorrado kilómetros y kilómetros en coche y posiblemente momentos horribles de cansancio y náuseas en la oficina, sin poder estirarme o reposar. Siempre recalco que de haber tenido un trabajo más normal, muy posiblemente debería haber cogido la baja durante semanas en los primeros meses. 

En casa, todo está preparado ya. Ayer hice la cama de la peque, para cuando decida que es momento de salir. 

 


 ¡Enviad pensamientos positivos de contracciones efectivas y partos rápidos e indoloros!

martes, 21 de abril de 2015

8 días

Aquí seguimos, 2 en 1.

El pequeño troll no parece tener planes de salir pronto, aunque parece que ya no busca su sitio justo debajo de mis costillas, así que de alguna manera está bajando. Creo.

No hay demasiado que contar. Ayer salimos a dar un paseo por el bosquecillo, pero nada. A diario me tomo mi dosis de té de hoja de frambuesa (qué raro suena así traducido), que dicen que ayuda a tonificar el útero para que las contracciones sean (en su momento) más efectivas. Hago mis ejercicios en mi yoga ball y descanso - que dicen que también es importante.

Poco se puede hacer, más que esperar (im)pacientemente.

Lo único que realmente me molesta es el hambre voraz que siento a todas horas. Tan horribles como son las náuseas y la aversión a la comida, el polo opuesto tampoco es precisamente divertido. Además de que no quiero que el baby crezca mucho más (ya estaba en 3.3kg el lunes pasado), yo tampoco quiero dedicar las últimas semanas a ganar todo el peso de más que no gané durante los pasados 8 meses... :(

Enviadme pensamientos positivos a ver si no llegamos a tener que inducir!

jueves, 16 de abril de 2015

Pasando el rato

Llega un momento en que una no sabe qué hacer con su tiempo. Sí, first world problems que dirían algunos.

Papuchi está en clase todo el día casi todos los días, así que tengo que encontrar maneras de ocupar mi tiempo. Las bolsas para el hospital ya están preparadas y en el maletero del coche. La ropa del baby está limpia y lista. La casa está relativamente decente (aunque en un momento u otro le daré un repaso).

Como buena aficionada a la fotografía que soy (aunque realmente hace mucho que no me pongo a ello), hace meses que vengo considerando una sesión de fotos barriguil. Un vistazo a Pinterest y aparecen mil ideas. Los primeros meses no tiene sentido, porque no hay barriga que mostrar. Luego llegan los meses en que empiezas a tener barriga pero no está claro si estás embarazada o simplemente has ganado unos kilos de más. Y en mi caso, cuando han llegado los meses en que mi barriga está bonita, el tiempo ha sido una mierda (con perdón) y hacer fotos en interior cuando está lloviendo fuera es una pérdida de tiempo.

Para el momento en que caí de la higuera y los astros se alinearon para darme algo de sol, mis piernas se habían transformado en enormes patas de elefante y mi barriga había empezado a mostrar estrías en lo que yo llamo la cara oculta de la luna - porque sólo las veo frente a un espejo. Vamos, que tanto esperar al final para nada.

Otro tema es que hacerse fotos a una misma no es fácil. Aún con trípode y control remoto para la cámara, es bastante complicado. Papuchi comparte la afición (y es mucho mejor que yo) pero en todos estos años nunca he conseguido posar para él de manera semi-natural. Aún sabiendo que él me ve maravillosa y preciosa (angelito...), es ponerme delante de una cámara y transformarme en un soldadito de plomo.

Aún así, esta mañana he hecho un intento. Y aunque aún tengo que echar un vistazo general para ver qué puedo salvar, os dejo la que probablemente sea la única foto medianamente decente que va a salir de la sesión de auto-retratos (debidamente modificada para proteger mi identidad).


Color y luz han sido retocados,
¡pero nada más!

miércoles, 15 de abril de 2015

Semana 38

Dos semanas para el día D. ¡Qué locura!

Los días son largos, pero estas últimas semanas están pasando volando. 


Ayer tuvimos la segunda sesión de las clases prenatales. Nos enseñaron la habitación más super guay de toda la maternidad - craso error, pues ahora cualquier otra habitación va a ser increíblemente decepcionante. 
véase el tamaño de la bañera
de la super habitación
Aparte del super jacuzzi - que para alguien como yo, con la voluntad de un parto en el agua es maravilloso - la cama también es más ancha y las luces tanto de la habitación principal como del cuarto donde está la bañera se pueden regular (en intensidad y en color, para conseguir distintos efectos - energizante, relajante...). Un lujo. Pero esta es una de las 12 habitaciones disponibles, así que es muy probable que yo acabe en una de las menos guays. Mientras haya bañera, me conformo...

Como en la sesión anterior, no se puede decir que aprendiera un montón, pero nos enseñaron algunas cosas interesantes: sistemas de monitorización fetal, agujas de acupuntura, el intrumento que usan para romper las aguas artificialmente si hiciera falta...
De todos modos, nunca está de más dar un repaso a lo que uno sabe - el conocimiento es poder.

Por la tarde tuve mi examen (que fue bien) y ahora puedo considerarme un poco más de baja. Aunque aún tengo por aquí un manuscrito que editar... pero probablemente lo dejaré para el verano. Estos últimos días toca centrarse en lo importante. A ver si la pequeña troll se decide a venir pronto, que ya pesa alrededor de 3.3kg y cuanto más tiempo pase, más grande se va a hacer. Nosotros aquí ya tenemos las bolsas preparadas y en el coche, así que cuando le apetezca.

Foto semana 38- con unos colores feísimos,
no se por qué.